sábado, 15 de marzo de 2014

La lechuza mas hermosa de este mundo: Tercer Capítulo

Tercer Capítulo: Viendo los recuerdos.

Me miraba, con sus grandes ojos,. Sentía que mi vida se reconstruia. Sentía que todos los pedazos que me consideraba, se unian para nacer de nuevo. Mas bien, me sentia emocionado, y no tenía miedo. Quizás alguien en mi situación estaría aterrado gritando o tirando cosas a ese animal de allí para que se retirara. En mi caso, sentía que esta escena era normal, tanto como si fuera de costumbre. 

La lechuza me miraba, y solo le bastó un solo brinco para estar en el marco de mi ventana. Yo retrocedí inmediatamente y caí al suelo, observando desde mi posición esta peculiar ave. Picoteaba su pata, señalado aquello que tenía atado y yo cautelozamente me fuí acercando. El animal se erizaba al acercarme, y pensaba que en cualquier momento iba a atacarme, pero ¿acaso las lechuzas atacan a las personas? No tenia algún recuerdo de haber visto o escuchado eso. Así que con confianza me acerqué, tomé aquella bolsa y la retiré cautelozamente. Ella inclino su cabeza, dió media vuelta y antes de que viera extender sus alas, la puerta de la abitación la abrió mi madre. Yo asustado volví la mirada hacia la ventana y sin escuchar un solo ruido, ella desapareció en medio de la penumbra.

-Deseas algo de comer hijo?- preguntó mi madre.

Le afirmé con la cara palida. Ella no se preocupó ni se extrañó, pues es usual verme así cuando tengo clases clase en el Instituto Brown. Al cerrar la puerta, di un gran suspiro, pues todo había ocurrido repentinamente y fué poco el tiempo disponible para pensar en todo lo que estaba ocurriendo. Sentí la pequeña bolsa de tela en mis manos e inmediatamente, aseguré la puerta y al tomar delicadamente la bolsa, extraje el objeto que estaba allí presente. Era un pequeño silvato plateado, algo mugroso, como si hubiese estado guardado o escondido por mucho tiempo. Lo examiné, era muy particular, pues parecia una reliquia, con unos grabados muy particulares y extraños. Observé unas pequeñas letras que decían algo, pero no se lograba comprender por la suciedad presente. Lo llevé al lavamanos, lo limpié y con un cepillo removí toda la suciedad presente. Era precioso, las letras resaltaban bastante, y decían algo particular:

"soplame et magicae videtur"

No sabia que significaba, pero podia buscarlo en Internet para saber su significado o traducción. A pesar de lo precioso que era, sentia temor en tocarlo demasiado, para no romperlo o dejarlo caer.

- Un momento - Pensé y me pregunté internamente, con cierto desvelo. - ¿que hace una lechuza en mi habiatación con un silvato?

Nada parecia coherente. No conocia la primera historia así, mucho menos de los pocos libros que me habia leido. Nada tenia sentido y empezé a extrañarme, preocuparme y perder la poca tranquilidad. Supuse la idea de ser parte de una broma, o quizas alguna brujeria. Claro, no creia en eso, pero no tenia sentido porque no existian amigos en mi vida, y mucho menos enemigos capaces de hacer algo así. No almenos con la capacidad de entrenar lechuzas. Vi el objeto sobre mi cama, y al detallarlo, observé dos agujeros en sus extremos.

Al acercarlo hacia mis labios, sentí en ese momento a mi madre golpear la puerta. Acto seguido lo metí en mi bolsillo, salí a atender la cena que estaba en el comedor, y figure ser una persona normal sin eventos extraños en su vida. Obvio, que si le contaba algo a alguien, en especial a mi madre, me diria que era victima de brujerías y me romperia el supuesto silvato, o almenos así me lo imaginaba. Este era un secreto que tenia yo con esa lechuza.

(Continuará)

Fragmento de una historia propia.
Dedicado a esa lechusita que aparece por las noches y en el dia.
Gracias por leer mis escritos.

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